Terapia de Pareja

Primera consulta

Los retos que ha de afrontar la pareja son de diferente naturaleza y no están exentos de fricciones.

La terapia de pareja es un buen recurso para buscar soluciones a esas fricciones, desavenencias, dificultades, deslealtades, heridas y reproches que enrarecen el ambiente y tensan la relación.

El propósito inicial para la primera consulta, es la creación de un ambiente de cooperación entre la pareja y el terapeuta que permita abordar los asuntos a tratar bajo el paraguas de la equidad y el respeto mutuo.

La comunicación

La comunicación en la pareja tiene múltiples aristas y, en ocasiones, está sesgada por malos entendidos o lastrada por asuntos que no se han resuelto convenientemente.

Desde nuestra posición como terapeutas, intervenimos para señalar los aspectos que obstruyen la comunicación y para reforzar las actitudes positivas que la facilitan.

Tratamos de que sean reconocidas las aportaciones y las responsabilidades de cada miembro sobre lo que funciona y sobre lo que les distancia.

Entendemos que la pareja es un asunto de dos y que cada persona tiene intereses y proyectos de vida legítimos, tanto personales como sobre la pareja, que han de ser respetados.

En la pareja no debiera haber vencedores ni vencidos, sino implicación y compromiso.

Objetivos

Creemos que toda propuesta de terapia de pareja ha de tener unos objetivos propios en sintonía con las demandas de la pareja.

Objetivos de la terapia:

  • Aportamos soluciones para el mejor encaje de las diferencias en torno a la convivencia, las cargas del trabajo, el reparto de las tareas, la sexualidad, el tiempo libre, la lealtad, los compromisos, la relación con las familias de origen y la crianza de los hijos, en su caso.

  • Ayudamos a detectar y a revisar los sesgos perceptivos y las inconsistencias de la comunicación,  buscando alternativas comunicacionales que facilitan el diálogo y el entendimiento.

  • Desde nuestra posición de observadores contribuimos en el acercamiento de las posiciones, desde el reconocimiento de las aportaciones y las responsabilidades personales para con el clima y la situación de la pareja.

Objetivos de la pareja

  • La demanda. En cada caso, la demanda con la que se viene a Terapia de pareja está relacionada con los asuntos que afectan a la relación y están determinados por lo que cada miembro de la pareja percibe y plantea como situaciones problemáticas y conflictivas.

  • Consideramos que cuando una pareja inicia un proceso terapéutico la relación está “tocada” y existe la posibilidad de ruptura. En ese sentido, trabajamos para que el desenlace, si lo hubiere, sea lo menos traumático posible y para que la despedida pueda hacerse reconociendo el derecho y la dignidad de las personas a tomar sus propias decisiones.

Pareja y familia

La pareja es como un organismo vivo, un sistema vinculado por múltiples y estrechos lazos con las respectivas familias de origen. Como si de una gestación se tratara, podría decirse que, la nueva familia que forma la pareja es la criatura de las familias de origen, que, a su vez, también quedan vinculadas a través de la pareja.

Cuando dos personas se juntan en un proyecto de pareja llevan consigo su historia familiar. Esa historia se despliega en la particular forma de hacer y de relacionarse entre ellos y, hacia afuera, como pareja.

Las vicisitudes con las que van enlazando la relación son un reto para las capacidades de gestión disponibles. Hay dificultades que están más allá del amor, del deseo sexual, de los proyectos compartidos y de la intuición.

Retan a la intuición, porque son contra intuitivos. Están en un lugar diferente al que no solemos llegar con las lógicas habituales. Estoy hablando de los conflictos heredados y no resueltos de la familia de origen que cargamos con nosotros.

Comenzar una relación con demasiados asuntos sin cerrar se puede convertir en un despertar amargo cuando los juegos iniciales del enamoramiento van dejando paso a la realidad desnuda de la intimidad cotidiana.

La injerencia más o menos velada de la familia de origen en los asuntos de la pareja no permite que haya una separación efectiva entre los dos sistemas familiares, de manera que los asuntos pendientes con el sistema anterior se vuelcan en el actual.

La lealtad hacia la familia de origen no significa que tengamos que permanecer enredados en las tramas sin resolver de su historia. A cada uno, como miembro  de su familia, le toca despejar el camino de los asuntos pendientes con ella: ese es el mejor servicio que se le puede prestar a la relación y la manera de cuidar la familia actual.